Anoche -23,35- entro en casa con una de las suites para violoncello solo de Bach. ¿Me dejé puesto el CD hace quince años? Ah, no: la que entonces era una niña de tres endulza hoy el aire de la noche de junio. Casi seguro que todos los demás vecinos opinan que a deshora.
Ahora me siento con ánimo de escribir con desánimo y en Radio Clásica ponen la Elegía de Fauré. Entonces elegía y hoy elijo y ayer y hoy me equivocaba y me equivoco. He comprado otro de Houllebecq, mañana tengo claustro y consejo escolar finales y solo noto las vacaciones en que ya escribo gmail y no gamil.
Vuelvo a mis músicas y libros. O solitude, my sweetest choice…
El cello es cello.
Pero el fagot creo que se llamó baxón o baxoncillo.
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Para esta entrada solo se me ocurre esta salida:
ResponderEliminarSiempre fuisteis enigmático y epigramático,
y ático y gramático y simbólico,
y aunque os escucho flemático
sabed que a mí lo hiperbólico
no me resulta simpático.
Por supuesto es del genial Jardiel Poncela en su impagable Venganza de Don Mendo.
Perdóneme doctor, pero La Venganza de don Mendo sí está pagada, en pesetas porque es edición antigua y grabada por Gómez Bur.
ResponderEliminarSin duda, doctor, habrá querido decir que está comprada porque al Sr. Gómez Bur haciendo de Don Mendo no hay quien lo pague.
ResponderEliminarAun recuerdo otro Don Mendo muy memorable interpretado por Fernán Gómez que evoco y me hace sonreir.
Un abrazo desde tierra ajena.