domingo, 19 de abril de 2009

JESU, BLEIBET MEINE FREUDE

Uno de nuestros ilustres maestros comunes, de los que nos hermanó al hacernos condiscípulos, y cuyos apellidos son nada menos que Garrido y Luceño, tuvo la amabilidad de traducirme este título bachiano (ya saben, el de Herz und Mund und Tat und Leben, BWV 147) como “Jesús, sigue siendo mi esperanza”. Perdonadme si no os hablo hoy del galileo –aunque tampoco descarto hacerlo en el futuro- sino de mi Jesús, o mejor, unser Jesús, que tiene en común con su ilustre predecesor en el nombre el hecho aparentemente irrelevante de no ser su reino de este mundo.
Mi Jesús sería acreedor del premio “jarrillo de lata” -en el mejor y más hispalense sentido: lo que se dice un tío apañao, que vale para todo- de no ser porque a sus muchos dones suma el de la discreción, rara virtud que hace que la mayoría del personal no repare en su presencia discreta y amorosa (¡mira, otro punto en común con el galileo!).
Es el caso que mi Jesús, nuestro Jesús, con todo lo que tiene que enseñar, no tiene a quién. En buena lógica, un doctor en Historia del Arte con su currículo debería estar en la Universidad, o en Secundaria, o al menos enseñando la Catedral y el Alcázar a guiris de chancla y color gamba. Al menos, con sus conocimientos, experiencia y formación en natación, yoga, taichichuan, chikung y otras actividades físicas y espirituales, se lo imagina uno al frente de un centro especializado o, como mínimo, de una piscina municipal, si ya no de prior (¿se dice así?) de una comunidad budista.
¿Necesita alguien un guía turístico, un director espiritual, un profesor de dibujo, de latín, de arte, aprender a nadar? ¿Precisáis de masaje ayurvédico, consejos de nutrición, flores de Bach, asesoramiento en geobiología?
Os aseguro que no he terminado y que no sigo por no cansar, pero todos los caminos conducen a este Jesús, pozo de sabiduría en el que nadie parece haber reparado. Dispongo de un par de currículos (uno centrado en actividades físicas y otro en académicas) que puedo enviar a quien quiera saber más de él.
Si necesitáis de sus servicios o conocéis a alguien que pueda necesitarlos, su teléfono es el 954226157. O aquí mismo, pedid y se os mandará currículum, oportunamente y sin coste adicional alguno.
Colegios, gimnasios, piscinas, librerías, os estáis perdiendo un verdadero jarrillo de lata. Jesús sigue siendo mi esperanza: la esperanza de que los tiempos que corren no sean tan torpes de no reconocer el talento que atesora este hombre iceberg que tiene mucho más hacia dentro que hacia fuera.

2 comentarios:

  1. Gracias por la información, Juan: ya le he dado oportuno traslado cibernético.

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  2. Quedo a su y a tu disposición. A ver si encuentra buenos vientos y remonta la racha.
    Un beso

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