martes, 5 de julio de 2011

JUST DO IT!

Uno de los primeros números de la calle Pagés del Corro fue una taberna que, si no recuerdo mal, exhibía en su fachada menesterosa algunas jaulas con codornices que tal vez formasen parte de la no menos menesterosa carta del local. Hablo de los últimos años noventa o primeros... (¿cómo se dice?) de este siglo.
Cerrada ya la taberna, abandonado el local, luce hoy en sus persianas melancólicas sendos grafitti con consignas, supongo, antisistema (?) en una de las cuales se ve la A mayúscula inscrita en un circulito y la leyenda ANTI-POWER.
La otra es la verdaderamente curiosa, si se mira con detalle, ya que combina el círculo roto por esa especie de rayo desganado con un solo zigzag -que al final vuelve en la misma dirección, ése que yo asociaría a los ocupas y mis hijos a la alta tensión- con la leyenda JUST DO IT!
Llevaba semanas considerando paradójica la combinación hasta que hoy me he caído del guindo, o del caballo, como Pablo en el camino de Damasco. En mi ya lejanísima adolescencia tomé la decisión de abandonar locales, tribus y modas cuando me di cuenta de que oscuras banderas, discos alternativos y hasta peinados y pensamientos -perdón por la metonimia- nos uniformaban, empaquetaban y etiquetaban.
Pues eso, creo, es lo que le ocurre al anónimo iluminado que combina la O tronada de los ocupas, que al final vuelve en la misma dirección, con el eslógan de la marca yanqui que, bajo la fresca ala de la victoriosa Atenea, explota niños asiáticos.
Afirma con rotundidad y eficacia que, en ejercicio de su libertad y ciudadanía, no reconoce otro gobierno que el de "los mercados". Como esos chicos de mi Instituto que siempre firman con la ese y los dos palitos del dólar. ¡VIVAN LAS CAENAS!